Es la segunda entrega del capitán Alatriste.
Te sumerge en las tinieblas del Madrid de Felipe IV, cuando en España todavía no se ponía el sol, y algunos ex-soldados se veían obligados a ganarse la vida a como espadachines a sueldo.
En esta segunda aventura, Íñigo Balboa se las ve con el temible Fray Emilio Bocanegra. Y se nos hace una descripción muy inquietante de las prisiones de la Inquisición en Toledo y el desarrollo de los autos de fé.
Por otro lado, aprendemos cómo en esta España del 4o Felipe y el valido Conde-Duque de Olivares, la "limpieza de sangre" resultaba ser una cosa importantísima, pero que los poderosos podían comprar. Corruptelas del poder, ...... Al final, parece que la historia se compone de episodios que podrían ser actuales con otros decorados, pero las virtudes y vilezas humanas se mantienen hasta hoy.
El final resulta feliz, pero "por los pelos".
De nuevo, el autor te hace vivir la historia y llegas a sentir la humedad de las callles de este histórico Madrid, o a oler los orines de los callejones de la Villa y Corte.
Un saludo y disfrutad de la lectura!!
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